PLANTAS Y BRUJERÍA: UNA EXPOSICIÓN EN EL JARDÍN BOTÁNICO DE LA UCM






El pasado día 5de octubre se inauguró en el “Real Jardín Botánico Alfonso XIII”, de la UniversidadComplutense de Madrid, una exposición titulada “Plantas y Brujería”. Lamentablemente no pudimos acudir a su inauguración, pero sí la visitamos hace unos días, por lo que allá va una pequeña reseña de la misma para todos y todas aquellos que no podáis acudir a disfrutar de ella.


Esta exposición ha sido coordinada por miembros ligados a la colección de etnobotánica de la UCM –Isabel Pérez Ruzafa, Estela Seriñá y M. Victoria Azcárate– además de la bióloga Lorena García Álvarez y los profesores de Bellas Artes, Consuelo García Ramos y Miguel Ruíz Massip. Esta exposición cuenta con más de un centenar de ejemplares pertenecientes a dicha colección, las cuales se presentan repartidas en diferentes áreas temáticas: plantas alucinógenas, el vuelo de las brujas, ungüentos y filtros, plantas curativas, etc. A continuación, os dejamos por orden el recorrido de la exposición:

  1. Las plantas y la brujería
  2. La brujería medieval / Las plantas que curan
  3. Chamanes, hechiceros, magos y druidas I / Aceites y perfumes
  4. Chamanes, hechiceros, magos y druidas II /Sahumerios y Elixires
  5. Ungüentos y filtros de amor, ¿funcionan? /Aceites y perfumes - Sahumerios y Elixires
  6. De la planta medicinal a la planta mágica I: Beleño y Estramonio
  7. De la planta medicinal a la planta mágica II: Mandrágora y Belladona
  8. Plantas alucinógenas
  9. El vuelo de las brujas y sus escobas
  10. Las plantas protectoras
  11. Noches mágicas
  12. La brujería en la literatura


Nada más entrar, nuestra mirada queda atrapada por la idílica representación de la despensa y hogar de una bruja, con su caldero al fuego, su pozo, sus tarros con anfibios, reptiles, insectos y arácnidos, además de ramilletes colgados de las paredes. Y es que es casi imposible separar a esta figura del hogar de su cabaña. A pesar de ser un espacio reducido, la disposición se ajusta perfectamente, alternando carteles informativos con vitrinas que guardan los ejemplares vegetales con recreaciones y efectos de luz y sonido. Opinamos que visualmente es todo un acierto combinar la exposición más tradicional con estos recursos, a pesar de ser un tema atractivo de por sí, las recreaciones hacen que este atractivo aumente.



Recreación del hogar de una bruja. Fotografía de Laura Berzal Llorente.


Que el grueso de la exposición comience con la brujería medieval no es casualidad, pues el prototipo que todos almacenamos en nuestra memoria colectiva está irremediablemente ligado a la imagen más malévola representada en la literatura infantil, cuyas fuentes beben de este período. A pesar de la creencia de que la bruja maléfica es puramente medieval, hay que tener en cuenta que no sería hasta finales del medievo – principios de la edad moderna cuando la brujería comenzara a tomar ese carácter diabólico y se emprendiera una cruenta persecución contra estas mujeres. Y es que esta primera parte está dedicada a esa fina línea que separa la medicina natural de lo puramente mágico; encontrando tanto ejemplares de probadas propiedades curativas como ingredientes de pócimas y elixires para atraer el amor. Y si pudiéramos destacar algunos ejemplares propiamente” brujeriles” esos serían la belladona, la mandrágora, el beleño y el estramonio, a los cuales se les dedican dos paneles explicativos.

¿Y qué sería de la bruja sin su escoba? El preliminar de las escobas lo conforman las plantas alucinógenas, algo que tampoco debe parecernos casual, pues su uso en las reuniones facilitaría el alcance de ese éxtasis, a través de visiones y sensaciones alucinatorias, como el famoso hecho de volar. Una sección muy rica y completa vigilada por una recreación de escobas levitantes y el ruido tronante de una tormenta. 


Los diversos tipos de escobas. Fotografía de Laura Berzal Llorente

Y si hasta aquí se nos muestran los útiles de la bruja, también es necesario hablar de las formas de protección contra ella: el ajo, el sauco, el acebo, la carlina o flor de cardo o la hierba de san juan son sólo algunos ejemplos. Y es que no todas las épocas son iguales, pues las fiestas y las noches “brujas” tienen sus días específicos: Samhain, La noche de Walpurgis o San Juan son sólo alguna de ellas.


Y terminamos el recorrido con la repercusión de esta figura en la cultura y la literatura, ejemplos que permanecen vivos con el devenir de los años.


En resumen, una interesantísima y bien documentada exposición para el disfrute de todos los públicos, de un marcado carácter interdisciplinar que nos permite conocer la brujería desde la perspectiva de la etnobotánica, además de aprender e identificar las especies vegetales in situ. Totalmente recomendable. Si tenéis oportunidad de visitarla, no lo dudéis.


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